domingo, 6 de enero de 2013


La fina luz, 
la en trepida partida de la luz,
aquel árbol y mis manos en su corteza,
el sonido del viento entre las hojas,
que van y se llevan mis horas. 

La montaña su canto callado,
el silencio halado,
mis pasos,
las huellas de otros,
un presente y un pasado.

Las manos en el teclado,
las letras haciendo eco,
un pensamiento,
mi tiempo.