martes, 7 de agosto de 2007


Mis mareas sumidas,
en espejos de colores,
y los vientos de la noche,
liberan el alma dormida,
todo pasa han dicho, todo pasa,
pero que no me pida el tiempo,
que te abandone en sus minutos,
todo pasa han proclamado,
ciegos a las verdades,
que el tiempo no es mas que el agua bajo el mar,
infinito, nunca lo podrás depurar.

La bienvenida de aquel beso,
me ínsita a querer,
a cerrar los ojos y tener fe...
El paisaje que se muestra ante la puerta de la realidad,
viene a despertar esta parte mía, que no deja de soñar,
y al levantarme en la mañana se queda en mi almohada,
la telaraña indestructible de mis ansias.
Ansias de querer,
ansias de placer,
ansias de pasión -amor que en otros labios aun no encuentro yo.

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